A la hora de elegir un labial para cada momento del día, lo primero es tener en cuenta que efecto se busca. Si se busca algo suave, los colores opacos suelen ser la regla mientras que si se busca llamar la atención, los colores oscuros e intensos captan mucho más fácilmente la atención. Es importante buscar un balance según el contexto (no es lo mismo el labial a utilizar en un ámbito laboral que un ámbito social recreativo o en una fiesta) y según la fisonomía de cada persona para evitar caer en lo vulgar.

Generalmente, para el uso diurno se recurre a los tonos opacos o con acabados mates que otorguen belleza pero discreción al delineado de la boca. Es importante evitar usar acabados opacos cuando se tenga los labios resecos, ya que esto puede generar que aún se vean más secos. Los colores pasteles suaves son también los generalmente más elegidos para el uso diario. Dentro de la búsqueda del color perfecto, siempre es importante experimentar con colores que resalten la belleza propio de cada tipo de tez.

Durante la noche, la fórmula suele virar vertiginosamente siendo reemplazados los colores opacos por los brillosos. Colores como el rojo intenso, el fucsia y todo tipo de combinaciones intensas llaman inmediatamente la atención de un hombre elegante. Es importante recordar que no es necesario recargar mucho para lograr el efecto deseado: existe un fino límite entre lo sexy y lo vulgar a la hora de pintar los labios por lo cual la búsqueda de ese balance es sumamente importante.

Finalmente, no hay que olvidar que ya sea de día o de noche, el maquillaje labial forma parte de un todo que debe buscar equilibrio con el resto del maquillaje que se utilice. Colores oscuros durante la noche requieren de un balance con el maquillaje facial para lograr el efecto buscado y lo mismo ocurre con el maquillaje diario al utilizar colores opacos. A tener en cuenta este tip y no olvidarlo.