Su pirámide olfativa cuenta con una infinidad de elementos naturales, combinados sublimemente hasta conseguir la excelencia. Ésta se divide en tres destacables facetas, su salida tónica adopta una tonalidad refrescante y acuosa, gracias a un acorde marino espolvoreado por nuez moscada; su corazón intenso, es el encargado de transmitirnos la sensación de infinidad y se compone por pino y cedro; y su fondo sensual, formado por sándalo y ládano, nos transmite un aire más varonil y seductor.
Familia olfativa: Amaderada Acuática.
Notas de salida: caoba, salvia, bergamota, limón y notas marinas.
Notas de corazón: nuez moscada, clavel, bayas de enebro, raíz de lirio, durazno, jazmín, alcaravea, lirio de los valles, rosa y pino.
Notas de fondo: sándalo, ámbar, almizcle, abeto balsámico, musgo de roble, vetiver, cedro y ládano.